sábado, 14 de enero de 2012

Estarás conmigo hasta que los gusanos nos separen

... Fui a su casa, sabia que abriria la puerta al reconocer mi familiar rostro, me invito a pasar y acto seguido me ofrecio un vaso de agua; al voltearse, saque el revolver del lado izquierdo de mi bolsa del pantalon y dispare, justo detras de su nuca, un alarido espeluznante fue su ultimo esbozo de vida, la cargue, y la coloque en la alfombra en lo que apartaba los muebles de alrededor, la enrolle y la subi a la camioneta, me quite los guantes y los zapatos enormes que usaba para despistar mis huellas, me cambie lo mas rapido que pude, limpie todo aquello que me pudiera involucrar, por suerte, para ser mi primera vez no me fue tan mal. Habiendo hecho todo lo anterior, emprendi la marcha, llegue a la casa, las gotas de sangre es lo de menos, las lavare y se perderan, la lleve a la tina, le corte las muñecas solo para asegurarme que drenara todo lo que le quedaba de sangre, la bañe bien, el hueco que provenia de su nuca y salia por su mejilla derecha, tenia solución, bastaba un relleno casero de cera y algodón, la peine, y le puse el vestido mas lindo que encontre en la plaza, le costure cada una de las heridas que le provoque, queria que quedara lo mas natural posible, la sente en el sillón, me asegure de que se viera hermosa, cual muñeca recien adquirida, tambien me encargue de embalsamar su cuerpo tal y como lo aprendi en la funeraria, para que durara mas conmigo, ¿ves querida? podemos estar juntos, hasta que me muera, o hasta que te vayas escapando en pequeños fragmentos en boca de las ratas, las cucarachas y los gusanos, aun asi, tu interior estara conmigo, amo tu esqueleto, amo tus viceras, tu masa encefálica, amo tu olor putrefacto, es parte de ti, amo todo de ti...

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